Sé de ti, que no hay nada
De amores sabes que no sé ni tanto,
y aunque hable de todo muy poco
sé menos de ti que de todo,
porque quiero indagar en tu rutina,
y aun cuando de amor no sé nada
consciente es mi corazón en tu vitrina,
ya puedes jurarme que no sabré nada
y sin embargo, seguiré buscando en tus pupilas
la manera de quedarme en tu mirada…
Y los motivos que me mueven te los digo,
cuando no estás me detengo en un segundo
y puedo ya llorar que no has venido,
y no puedo negar que las distancias
se vuelven a atorar en mi garganta,
porque esta ciudad sin ti llueve de día,
y en la ausencia de caricias arden llamas,
de sobra sabes que no dices nada…
Entre historias por venir y más que han sido
sólo quedan aquellas que imagino,
porque no debería contarte lo que he visto,
de tu mano la mía por la plaza vacía
en un concierto de Serrat llorabas risas,
y en mi libro de los días escribías
con besos que en el cielo se morían…
Y sin embargo sabes que de ti no sé nada,
que de amores no hay nada en mi pasado,
que eres tú quien se duerme en mis desvelos
y quien bebe del vino de mis sueños,
y no importa si vienes o te marchas,
porque sé de mucho, que no hay nada contigo
y sin embargo sabes, que de ti conmigo todo,
por mucho que no sepa y poco que tú quieras.
Colaboración de Nadia Arroyo
México
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