De sobra sé que, 5 cervezas, son más que suficientes, para poner a tu nombre todas las huellas de aquellas noches que transitan galopando por mis venas.
De sobra sé que, 5 cigarrillos, son más que suficientes para poner a tu nombre todos los vómitos de humo de las ciudades perdidas entre tus besos de costado, y la espalda de tus pezones.
De sobra sé que, 5 pasos trepadores hacia el callejón angosto de tu sur, son más que suficientes para mudarme a tu vecindario porteño negro y enredado.
De sobra sé que, 5 pliegues desnudos en tu espalda, son más que suficientes para arar con mis dedos todos los surcos de tu sombra.
De sobra sé que, 5 segundos de sueños despiertos, son más que suficientes para patrullar las zonas restringidas de la excitación, cuando mis manos necesitan pensarte.
De sobra sé que, 5 besos de cuba libre en el roto de tu ombligo, son más que suficientes para que dures lo mismo que dura una Venus de hielo en una copa con pisco sour.
Todos tenían razón, de pagar por mi la cena, y las copas rotas y muchos granos de locura por la rajadura de tu falda, y ruego que nunca tu ombligo me vuelva hacer señas,
Motel vacío, lleno de Venus.
Paredes blancas (por allí rueda el humo de la piel).
Cortinas generosas.
Camas de luna de ron con miel.
Ropa inservible.
Espejos curiosos y reflejos ansiosos.
Luces amigas.
Manos traviesas.
Colaboración de Suriel Omar
Perú