Contradicción
Existen ocasiones en que la
ausencia…
es la única presencia.
Suena contradicción,
lo es,
como sentirte dentro
aunque estés tan lejos.
Así te siento
desde que te vi, sin ser,
otra contradicción,
otra apariencia.
Ante la carencia
de tu imagen,
llené espacios en mi imaginación
y cuanto te vi,
pude ver lo que hay en ti para mí,
sin ser contradicción…
Hoy puedo decir
que no es ilusión
que no es esperanza
te tengo aquí, por ser,
aunque sin estar.
O acaso estás… ¿Siendo?
de nuevo la contradicción,
pero no hay penumbra,
no hay duda,
No hay sombra.
No hay penurias, ni negación,
tampoco privación.
Dijiste desde el principio
¿Qué será?
No preguntes, contesté.
Hoy te digo, no será…
ya es.
De nuevo contradicción.
Ante la realidad de la distancia,
suponemos que no tiene importancia,
porque hemos sido y estado junto,
sin estarlo….
Siendo nosotros mismos.
Sin límites, sin tapujos,
bendita contradicción.
Ves que lo que es… ¿simplemente, es?
en eso no hay contradicción.
Hay certeza.
Hay intimidad,
hay significado,
hay lealtad,
y entrega
y honestidad,
también sinceridad,
y sin poder creerse,
cariño filial,
presencia, pero ausencia.
Y sí, reconozcamos,
¡Si hay contradicción!
Como puedo quererte
como te quiero,
sin tenerte, sentirte, besarte,
¿Ni abrazarte?
Aquí no hay contradicción…
puedo quererte y desearte,
por lo que eres,
por quien eres,
por lo que has sido,
por lo que serás.
Por cómo eres conmigo.
Por lo que he sido contigo.
Y no estás ausente,
estás bien presente,
cada minuto,
cada espacio,
cada momento.
Bien dentro,
bien fuerte,
como si fuera para siempre.
Colaboración de Iopo
México
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