Carta a un gran amor
Hoy desperté de mi letargo
se borraron todo rastro,
de mis labios del sabor
del trago amargo.
Hoy volvió a nacer mi alma
tan seca y tan salada,
pero al verme en esos ojos
vi una luz a la cual mi alma.
Tanto se aferraba
hoy entiendo esa luz era la vida,
y mi alma atormentada
sabía que esa era la salida,
hoy mi alma goza de alegría.
Pero está dejando a mi corazón
enamorarse y el cual sólo,
se repite: te amo vida mía.
Colaboración de Beto Miranda
México
No hay comentarios:
Publicar un comentario