Y ¿si te robo un beso?
Sucede frecuentemente que mi pensamiento
que es como un furioso huracán, fuera de control,
me lleva a galopar en la locura, sin consentimiento
y mis desvaríos me queman por dentro como Sol.
Y me pregunto ¿Por qué tu, enciendes así mi fuego?
¿Por qué con tu sola mirada, mi piel desea tu piel?
brota un torrente de mil sensaciones en mi cuerpo,
y me drogo, ¿acaso es un castigo paladear la miel?
Y, si tu ser es tan afín al mío,
¿Por qué no desmadejar el frío?
Enmarañando las sensaciones en la locura,
acaso el cielo nos aumente la cordura.
Tú, ves mi piel ya marchita
yo, veo tu alma tan solita,
si somos uno, ¿qué nos separa?
si una promesa eterna nos ampara.
Cuando estrecho tu talle
siempre recuerdo aquel detalle,
cuando te dije al ver tus rojos labios,
¿No huirás acaso, si te robo un beso?
Acordamos no mentir,
jamás con ese eterno beso,
que la dulzura del recuerdo
doblegara con la muerte nuestro embeleso.
Y, soñar siempre con ser tuyo
tenerte eternamente mía,
que tus besos sean en mí como un arrullo,
y mis embelesos mueran en ti sin agonía.
Así, si el robarte un beso,
enciende la ira del pecado,
de la furia del amor viviré preso,
y mi ardiente fuego de locura, en ti cegado.
Más ese beso que he robado,
ha quedado guardado en mi memoria
¿Quién crees que podrá de ahí quitarlo?
pues, ni el tiempo ni la muerte lo han logrado.
Hay locura sin poetas, pero no poetas sin locura.
Colaboración de Santarrosa
México
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