Un sueño en contradicción
Si te amo, tú me odias
si te olvido, me recuerdas
si te veo, te volteas
si te ignoro, me desprecias.
Y por estas tantas cosas
ante el cielo y las estrellas,
me prometí no mirarte
y olvidarte de adeveras.
Si tus ojos no son míos
y tus labios no me besan
prefiero desde este día
ignorarte y dar la vuelta.
Pero la suerte divina,
con el destino ha jugado
y mi día triste y cansado
se convirtió en algo hermoso.
Cuando al verte, tú me viste
y al amarte, tú me amaste
y al besarte, me besaste
y en tus brazos me tuviste.
Ahora digo contenta
si de olvidarte se trata
que nunca habré de olvidarte
mientras que pueda soñarte.
Colaboración de Luz Susana Gil Chávez
México
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