¿Te acuerdas?
¡Tus atributos son sueños
que los vivo despierto!
Apareciste de súbito...
Y también de un golpe
Sentí tus encantos.
Apareciste ante mí como una revelación.
Y desenvolviéndote
Fresca y ágil,
Te contoneabas
Cautivando mis elogios
¿Recuerdas?
Apareciste de súbito...
Y al desnudar mi alma:
Sentí tus encantos
Dignos de atributos
De aquel cuerpo bello.
Que al caminar ardiente,
Supo inundarme
De una cálida
Y dulce impaciencia.
Entraste por aquella puerta
Que comunicaba al garaje;
Soltándote el pelo negro,
Relampagueando en su brillo...
Luces en destellos luminosos.
Y al sentir un aroma de olor sabroso,
Inhalé profundo.
Y, al extasiarme, en tu figura ondulada,
Necesité de esa limpia y abierta mirada,
Para repasar el ensueño del momento,
Y volcar todo mi empeño
Al delicado y consagrado
Mundo vivificante.
Apareciste llena de candor
¿Recuerdas?
Viniste hacia mí revelándote
Con una fuerza centrípeta,
Y te fuiste
Al igual que la tarde.
Colaboración de Edmundo Icaza Mendoza
Nicaragüa
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