Mar de confusión
El viento roza suavemente las hojas de los árboles,
las ramas se mueven a un mismo ritmo,
pareciera que anuncian la alegría
que brota por cada poro de mi piel…
¿A qué se debe tanto regocijo?
¡Será por que sé que existes!
porque mis oídos han percibido el susurro de tu voz,
porque la esperanza de verte por vez primera
se va incrementando hasta llegar a la desesperación,
a la impotencia de saberte cerca y lejos a la vez.
Trémula y desencajada ante tal suceso,
triste ante tanta incertidumbre,
perturbada en un mar de confusión,
inmersa en la ansiedad de vislumbrar una figura,
un rostro, unas manos, un cuerpo, una mirada.
¡Será que… algún día pueda descubrirte!
¡Será que… pueda pronunciar palabra alguna!
¡Será que…ese día consiga descubrir esa luz que tanto anhelo!
¡Será que… tú seas esa luz encendida!
Mar de dudas… laguna de misterios…
que solo con tu presencia encontrarán la respuesta.
La mayoría de las personas tenemos la necesidad de contar con una luz con la cual guiarnos, una persona en quien depositar nuestra confianza, nuestro amor para erradicar el vacío que llevamos dentro. Lamentablemente, existen ocasiones, en que dirigimos mal nuestra mirada y cometemos el error de entregar nuestro corazón a personas que no lo merecen., pero tampoco debemos de ir por la vida con miedos, hay que arriesgarnos.
Colaboración de Fabiola Morales Vidal
México
No hay comentarios:
Publicar un comentario