Para mi velador
Tú, que velas mis sueños,
descubre que no guardo algún misterio...
temor, ternura y amor acumula mi corazón
al saber que eres la luna de mi gran noche,
la luz al final de mi callejón sin salida
que derrumba las barreras en mi vida,
solo te pido que cada noche cures el dolor
que emerge de mi alma al desgarrarse una ilusión,
al derrumbarse un sueño, una pasión.
Tú, serás el único que vendará las heridas,
cubriéndolas con el mejor desinfectante,
con el sentimiento que día a día necesito:
¡CON AMOR! Tú, solo tu podrás cobijarme y
amarme hoy y siempre.
Colaboración de Ana Alejandra Murillo Quijada
México
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