Ni la brisa
Ni la brisa de la mañana
ni la serenidad de la noche
se pueden comparar con tus labios.
Ni la luna ni las estrellas ni el sol ni
aun los cometas, se pueden comparar con tu
bella sonrisa, pero...
Cuando tus ojos me miran
siento que el mismo Dios te puso en
mi camino, para que yo te tocara, te amara.
Y aunque hoy no este contigo, siempre estaré
a tu lado como un ángel desesperado que
segundo a segundo te dirá.
TE AMO…
Colaboración de Juan Carlos Martínez Coronado
México
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