De repente
Llegas sin aviso
sin señal alguna
en algún momento
preciso e impreciso.
De repente
llegas de día
con el primer rayito de Sol
a veces de noche
con el brillo de las estrellas
y otras tantas
con el último cigarrillo.
De repente
llegas, fugaz
de una brisa ligera
de una gota de agua
de una canilla mal cerrada.
De repente
llegas silenciosa
como ese recuerdo
que nunca se olvida...
Colaboración de Adrián Gabriel Traverso
Argentina
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