Pero no estabas tú
Todo era perfecto,
las estrellas conspiraron
y brillaron todas juntas para ti
mientras la luna centelleaba
jubilosa en el cielo.
Y ahí estaba el mar
con su brisa indescriptible
como un canto de sirena,
mi guitarra en una esquina
esperándote impaciente.
Pero no estabas tú,
y la luna y las estrellas
y el mar y mi guitarra
se quedaron esperando
verte entrar por esa puerta.
Y mi corazón lloró
pues se dio cuenta que lejos
lo brillante de tus ojos
se encontraba de él.
Me salí a buscarte,
te busqué en la arena
como un loco de amor
y pedí al viento me dijera
por favor en dónde estabas.
Dijo que en el mar,
en él encontré tesoros,
cantos viejos, sueños rotos,
un amor perdido, oculto
y un poema de amor.
Pero no estabas tú
y maldije al viento
por matar mis esperanzas,
y maldije al mar,
al amor y a la distancia.
Y el sol salió
y el fue quien me dijo
que me estabas esperando
para darme tu amor.
Que aunque estabas lejos
me sentías a tu lado,
más y más enamorado
y la distancia no abría
de separarnos jamás.
Colaboración de Carlos Monsalvo
México
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