No soy yo
No soy yo el que te ama
ni el terco que no te olvida,
eres tú la que provocas
que lo haga: y lo hago.
Y quizás no lo sabes;
pero no hago más que
comer de ti, morir de ti
y hablar de ti. No soy yo.
Eres tú la que irrumpes
sin avisar y de este oneroso modo.
Mis pasos sobreviven
Al lado de los tuyos
y aunque camino poco,
senderos hay muchos,
aléjate, porque te alcanzo.
¡Que si lo logro!
Pídeme como siempre,
que me largue de inmediato,
y si no, solo sonríeme.
Porque tu perfil es motivo
de conatos joviales,
y es que no soy yo
el que se enreda
en el axioma de tú cuerpo,
eres tú la que teje
mi punto débil: tú.
Eres yo, cuando dices
que si y cuando dices no,
también…
Soy adentro de ti,
como el sol
a las dos de la mañana.
Soy el vendedor inoportuno,
el semáforo en rojo,
la fila del banco,
la sal en el café
y tu haces de mí,
un papel que dice:
Florecita de abril,
azucena de todo el año,
jazmin febril y
rosa que mata,
y que arrebata sin daño
lo mejor de mí.
Colaboración de Ramiro Barron Marquez
México
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