Para mi niña
La vida misma me regala
la magia de tus manos sencillas
mujer de sueño.
Te clamaba infeliz, ingenuo,
reclamaba al cielo tu ternura
y a mi vida la desgracia
de tu lejanía hiriente.
Te figuraba en todo sentido
y en cada reflejo del alma mía.
Te plasmabas en el cielo
cual linda figura de tu cuerpo preciso
¡Ah! que linda prueba del Dios eterno
de su existencia y bendiciones
pues me regala un arcángel del cielo
y lo entrega en mis débiles manos.
Seré del amor un divulgador de su dicha
Seré de ti linda mujer lo que dicte tu diestra.
Seré cuando quieras, lo que me pidan tus ojos
escribiré tu bendito nombre en el ocaso
Y en cualquier espacio vacío carente de ti.
la magia de tus manos sencillas
mujer de sueño.
Te clamaba infeliz, ingenuo,
reclamaba al cielo tu ternura
y a mi vida la desgracia
de tu lejanía hiriente.
Te figuraba en todo sentido
y en cada reflejo del alma mía.
Te plasmabas en el cielo
cual linda figura de tu cuerpo preciso
¡Ah! que linda prueba del Dios eterno
de su existencia y bendiciones
pues me regala un arcángel del cielo
y lo entrega en mis débiles manos.
Seré del amor un divulgador de su dicha
Seré de ti linda mujer lo que dicte tu diestra.
Seré cuando quieras, lo que me pidan tus ojos
escribiré tu bendito nombre en el ocaso
Y en cualquier espacio vacío carente de ti.
Colaboración de Luis Manuel Cervantez Par
México
No hay comentarios:
Publicar un comentario