Entregarte
Con está mano de dientes férreos
que sujeta la pluma,
desenvainada garganta de dragón
al resguardo de las cuevas del alma.
Puedo entregarte todo
Arrancar mis águilas pupilas
enredarte mis tendones,
como cenizas
en forma de lianas
a los caparazones de tu cuerpo,
ahogar la cal de tus huesos
en mi remolino oceánico,
y habitar la Constantinopla.
Mi medida perdida entre cadáveres de carne.
Y besarte el alma,
como un brasero encendido
que graba de llamas,
tu palpitante músculo de vida.
Tu sangre a mis filos,
recorrerá los ríos fantasmas,
rompiéndose en mares rojos.
La invisible permanencia de las alas vuele
fusionarán su vuelo cuando mi piel
se vuelva pájaros de agua en tu pelo,
No podrás negarte,
inyectada de planicies ancestrales,
por mi lacar de cielo blanco
y nos amaremos
rendidos a las certezas
de todos los tiempos,
vuestras épocas de espiral.
que sujeta la pluma,
desenvainada garganta de dragón
al resguardo de las cuevas del alma.
Puedo entregarte todo
Arrancar mis águilas pupilas
enredarte mis tendones,
como cenizas
en forma de lianas
a los caparazones de tu cuerpo,
ahogar la cal de tus huesos
en mi remolino oceánico,
y habitar la Constantinopla.
Mi medida perdida entre cadáveres de carne.
Y besarte el alma,
como un brasero encendido
que graba de llamas,
tu palpitante músculo de vida.
Tu sangre a mis filos,
recorrerá los ríos fantasmas,
rompiéndose en mares rojos.
La invisible permanencia de las alas vuele
fusionarán su vuelo cuando mi piel
se vuelva pájaros de agua en tu pelo,
No podrás negarte,
inyectada de planicies ancestrales,
por mi lacar de cielo blanco
y nos amaremos
rendidos a las certezas
de todos los tiempos,
vuestras épocas de espiral.
Colaboración de Iluminado
Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario