Amor mío
¡Amor mío..!
Si cierro los ojos te veo,
ahí, donde descansa el
matutino de tu cuerpo.
Cuando agilizas tus pasos
para verte antes de verme,
te veo fumando el tiempo
en que no estoy.
Si cierro los ojos no estoy
dormido: me gusta sentirte
mejor cuando el viento austral
sopla mi rostro alborozado,
como aquella vez que tus
labios atizaban sin más eco
que el silencio.
¡Bella mía!
Hoy tenemos un cielo de
circunstancia dual:
Una mitad más gris que tu
azafate, otro medio más azul
que tu pendiente. En mi gloria
gris, golondrinas que viajan
al norte y en mi esfera añil,
nubes que llegan de lejos.
La lluvia desciende lentamente
y puedo contar cada gota que
cae en mis manos frías, y tú
sigues en la cumbre del árbol
craso, entre sus ramas paseas sin
miedo; sin temor a que te vea,
sin temor a caer en mi cabeza.
¡Amor mío!
Si cierro y abro mis ojos pienso en ti.
¡Quiero sentirte y extrañarte!
Por eso si no estás puedo pensarte,
y si estás, decirte que me dejes.
¡Pero jamás pedirte que te vayas
para siempre!
Si cierro los ojos te veo,
ahí, donde descansa el
matutino de tu cuerpo.
Cuando agilizas tus pasos
para verte antes de verme,
te veo fumando el tiempo
en que no estoy.
Si cierro los ojos no estoy
dormido: me gusta sentirte
mejor cuando el viento austral
sopla mi rostro alborozado,
como aquella vez que tus
labios atizaban sin más eco
que el silencio.
¡Bella mía!
Hoy tenemos un cielo de
circunstancia dual:
Una mitad más gris que tu
azafate, otro medio más azul
que tu pendiente. En mi gloria
gris, golondrinas que viajan
al norte y en mi esfera añil,
nubes que llegan de lejos.
La lluvia desciende lentamente
y puedo contar cada gota que
cae en mis manos frías, y tú
sigues en la cumbre del árbol
craso, entre sus ramas paseas sin
miedo; sin temor a que te vea,
sin temor a caer en mi cabeza.
¡Amor mío!
Si cierro y abro mis ojos pienso en ti.
¡Quiero sentirte y extrañarte!
Por eso si no estás puedo pensarte,
y si estás, decirte que me dejes.
¡Pero jamás pedirte que te vayas
para siempre!
Poema dedicado a una mujer que en momentos de ausencia representaba la mejor compañía, que era querer estar a mi lado, y que no pudiese mas que en mis pensamientos. A través de esto le cuento la travesía que emprendimos cuando no estuvimos juntos.
Colaboración de Norberto Pablo Pita
México
No hay comentarios:
Publicar un comentario