Donde mueren los sueños
En que noche oscura los enterraron
Que soledades los rodearon
Para lentamente matarlos
Donde está la tumba y la cruz
En silencio los dejaron
Bajo tierra y sin luz.
Por que sendero los abandonaron
Y los dejaron a la suerte del destino
Como un sueño vagabundo y peregrino
Buscaré donde ha quedado la tumba
Con flores marchitas a la orilla del camino
Dejaré un rezo y una flor
Y sobre la fría lapida escribiré:
Aquí yacen aquellos sueños de amor.
Quien lloró su muerte
¿Las esperanzas, las ilusiones?
Nadie por ellos una lágrima ha derramado
solos quedaron bajo la lluvia
los enterraron sin plegaria alguna
aquellos sueños tan amados
en la negra noche sin luna.
Llora la noche su negra pena
Por las oscuras sombras
Como un fantasma sin vida
Por las calles llenas de barro y olvido
Se aleja como un sueño perdido
Ya casi sin vida el Mendigo
Callado y triste testigo
Sobre la tumba donde mueren los sueños
Deja el poeta este poema
Firmado por una lagrima del Mendigo
Como rubrica der su dueño.
Este silencio miserable y dañino
Que le parte el alma
Al dueño de los caminos
De pie el Mendigo
Con su profunda y triste calma
Parece un poema sepulcral
Como una capilla antigua que se derrumba
Por el paso del tiempo
La voz del mendigo como un lamento
Retumba en la bóveda de cielo…
“Los sueños mueren donde muere la fe
En nuestros corazones cansados de soñar
Con aquella persona que nunca podremos amar”
Que soledades los rodearon
Para lentamente matarlos
Donde está la tumba y la cruz
En silencio los dejaron
Bajo tierra y sin luz.
Por que sendero los abandonaron
Y los dejaron a la suerte del destino
Como un sueño vagabundo y peregrino
Buscaré donde ha quedado la tumba
Con flores marchitas a la orilla del camino
Dejaré un rezo y una flor
Y sobre la fría lapida escribiré:
Aquí yacen aquellos sueños de amor.
Quien lloró su muerte
¿Las esperanzas, las ilusiones?
Nadie por ellos una lágrima ha derramado
solos quedaron bajo la lluvia
los enterraron sin plegaria alguna
aquellos sueños tan amados
en la negra noche sin luna.
Llora la noche su negra pena
Por las oscuras sombras
Como un fantasma sin vida
Por las calles llenas de barro y olvido
Se aleja como un sueño perdido
Ya casi sin vida el Mendigo
Callado y triste testigo
Sobre la tumba donde mueren los sueños
Deja el poeta este poema
Firmado por una lagrima del Mendigo
Como rubrica der su dueño.
Este silencio miserable y dañino
Que le parte el alma
Al dueño de los caminos
De pie el Mendigo
Con su profunda y triste calma
Parece un poema sepulcral
Como una capilla antigua que se derrumba
Por el paso del tiempo
La voz del mendigo como un lamento
Retumba en la bóveda de cielo…
“Los sueños mueren donde muere la fe
En nuestros corazones cansados de soñar
Con aquella persona que nunca podremos amar”
Donde mueren los sueños... Junto a las esperanzas muertas, casadas de tanto soñar, con una realidad que nunca ha de llegar.
Colaboración de Mario Anonimo
Uruguay
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