Himno - de Azul intenso
Exaltada llaga que una vez fue piel.
Ahora arena y fuego.
Inmolado en silencio,
anagrama y oráculo profético de las reses desmembradas,
deletreando gotas rojas en esputos tísicos
reunidos en los pastos murciélagos
de esponja derrochada,
deleitadas criaturas saboreando miel y bilis.
Hojarasca de huesos que fueron esqueleto de sostén.
Gusanos caníbales soñando con nueva carne.
Pájaros carnívoros degustando hasta el guijarro de los osarios y
los pólenes destripados en autopsia hiperestésica.
Como la muerte vana,
que no elegí como mí vía Apia de destino.
Sigo la senda Noralí del naranjo florecido
y la redondez exótica de las bahías de curvas suaves
hasta mi ciego impulso vagando la penumbra desvestida.
Buscando la seda eterna y los rebaños mansos trasquilados.
Transitando la vía de los barros burbujeantes,
como el vino espumoso que ocupó mi vientre
y hoy oliendo a campo traviesa y manzanilla en el horizonte largo
a la espera de una accesible alma de mujer
de piernas cobrizas como pistilo nevado del moreno.
Tocando apenas las castañuelas marrones de acústica madera
y la oscuridad de atabal tamboreando el himno de la mulata.
Ahora arena y fuego.
Inmolado en silencio,
anagrama y oráculo profético de las reses desmembradas,
deletreando gotas rojas en esputos tísicos
reunidos en los pastos murciélagos
de esponja derrochada,
deleitadas criaturas saboreando miel y bilis.
Hojarasca de huesos que fueron esqueleto de sostén.
Gusanos caníbales soñando con nueva carne.
Pájaros carnívoros degustando hasta el guijarro de los osarios y
los pólenes destripados en autopsia hiperestésica.
Como la muerte vana,
que no elegí como mí vía Apia de destino.
Sigo la senda Noralí del naranjo florecido
y la redondez exótica de las bahías de curvas suaves
hasta mi ciego impulso vagando la penumbra desvestida.
Buscando la seda eterna y los rebaños mansos trasquilados.
Transitando la vía de los barros burbujeantes,
como el vino espumoso que ocupó mi vientre
y hoy oliendo a campo traviesa y manzanilla en el horizonte largo
a la espera de una accesible alma de mujer
de piernas cobrizas como pistilo nevado del moreno.
Tocando apenas las castañuelas marrones de acústica madera
y la oscuridad de atabal tamboreando el himno de la mulata.
amor- surrealismo
Colaboración de Ricardo Álvarez
Argentina
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