Breves relatos de un amor
Son las cinco de la mañana,
Abro los ojos justo en el instante
Que suena el reloj despertador.
(Antes sonaba como diez veces
Para lograr la hazaña de hacer
Que me levantara de la cama,
Pero ahora no).
Me visto disimuladamente elegante,
Cual si fuese un domingo,
Pero es lunes...
Es que tengo una cita,
Como a las seis en punto pasa ella
Frente a mi casa,
Moviendo rítmicamente la cintura,
Exhibiendo en todo su esplendor
Su increíble belleza,
Su hermoso cabello
Con adornos en las trenzas,
El brillo de esos ojos,
Que revelan inocencia...
Cinco minutos antes que pase
Abro la puerta,
Me recuesto sobre el marco,
Como disfrutando la salida del Sol...
Y allí viene, se acerca,
De repente me lanza esa mirada,
La veo fugazmente y le aparto la vista,
Porque no quiero que se dé cuenta
Que estoy enamorado…
Luego se me pierde de vista,
Va rumbo a la escuela,
Y yo deseando que ya sea martes,
Porque de nuevo, quiero verla.
Abro los ojos justo en el instante
Que suena el reloj despertador.
(Antes sonaba como diez veces
Para lograr la hazaña de hacer
Que me levantara de la cama,
Pero ahora no).
Me visto disimuladamente elegante,
Cual si fuese un domingo,
Pero es lunes...
Es que tengo una cita,
Como a las seis en punto pasa ella
Frente a mi casa,
Moviendo rítmicamente la cintura,
Exhibiendo en todo su esplendor
Su increíble belleza,
Su hermoso cabello
Con adornos en las trenzas,
El brillo de esos ojos,
Que revelan inocencia...
Cinco minutos antes que pase
Abro la puerta,
Me recuesto sobre el marco,
Como disfrutando la salida del Sol...
Y allí viene, se acerca,
De repente me lanza esa mirada,
La veo fugazmente y le aparto la vista,
Porque no quiero que se dé cuenta
Que estoy enamorado…
Luego se me pierde de vista,
Va rumbo a la escuela,
Y yo deseando que ya sea martes,
Porque de nuevo, quiero verla.
El amor es el mejor reloj despertador.
Colaboración de Raúl Navarro
Nicaragua
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