Amor a una mujer en concreto
No hay mujer a la que ame tanto como a ti.
No es a ti a quien amo, sino a la mujer.
No hay mujer a la que desee tanto como a ti.
A ti, a quien no puedo ni quiero tocar.
No es a ti a quien amo, sino a la mujer.
No hay mujer a la que ame tanto como a ti.
Y es porque te quiero toda. Y toda es mucho.
Y es porque no quiero palabras. Y el silencio... imposible.
No hay mujer a la que ame tanto como a ti.
No hay mujer a la que desee tanto como a ti.
Y no es a ti a quien deseo. No es a ti a quien amo.
Sino a la mujer.
Te amo sin palabras. Te amo sin tocarte.
Y sólo por haberte visto abierta a mí.
Te amo, mujer, aunque no lo sepas.
No es a ti a quien amo, sino a la mujer.
No hay mujer a la que desee tanto como a ti.
A ti, a quien no puedo ni quiero tocar.
No es a ti a quien amo, sino a la mujer.
No hay mujer a la que ame tanto como a ti.
Y es porque te quiero toda. Y toda es mucho.
Y es porque no quiero palabras. Y el silencio... imposible.
No hay mujer a la que ame tanto como a ti.
No hay mujer a la que desee tanto como a ti.
Y no es a ti a quien deseo. No es a ti a quien amo.
Sino a la mujer.
Te amo sin palabras. Te amo sin tocarte.
Y sólo por haberte visto abierta a mí.
Te amo, mujer, aunque no lo sepas.
Este poema es un mensaje sobre mi pasión por la mujer. La mujer que yo construyo en mi cabeza a partir de las mujeres que veo y en las que me fijo en la vida real. Los cuerpos de mujer que deseo. Cómo visten. Cómo se mueven. Mujeres niñas. Niñas mujeres en su mayoría. Sin hablar con ellas. Sólo viéndolas. Y si hablara con ellas se perdería el deseo, la pasión. Toda la fuerza de la pasión se perdería. Por eso, no es un mensaje por una mujer en concreto. Sino por cualquiera de todas a las que deseo sexualmente.
Colaboración de carloso
España
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