Infeliz colibrí
¡Qué mala suerte la mía!
Soy un infeliz colibrí
Despreciando libar la miel
De las flores de su jardín
Porque ninguna de ellas
Endulzaba mi existir,
Como aquella rosa fresca
Que una tarde conocí,
Sus aterciopelados pétalos
Eran de un rojo carmesí,
Con solo sentir su aroma,
Les juro que era feliz,
Pero no conforme con eso
Una tarde al fin decidí
Confesarle todo mi amor,
Aposté todo, y lo perdí,
Pues le dije que la amaba,
Pero ella no me amaba a mí,
Me fui derrotado, cabizbajo,
Y la tarde se me tornó gris.
¡Qué mala suerte la mía!
¿Por qué siempre es así?
Que la que amo me dice no,
La que no quiero, me dice sí.
Soy un infeliz colibrí
Despreciando libar la miel
De las flores de su jardín
Porque ninguna de ellas
Endulzaba mi existir,
Como aquella rosa fresca
Que una tarde conocí,
Sus aterciopelados pétalos
Eran de un rojo carmesí,
Con solo sentir su aroma,
Les juro que era feliz,
Pero no conforme con eso
Una tarde al fin decidí
Confesarle todo mi amor,
Aposté todo, y lo perdí,
Pues le dije que la amaba,
Pero ella no me amaba a mí,
Me fui derrotado, cabizbajo,
Y la tarde se me tornó gris.
¡Qué mala suerte la mía!
¿Por qué siempre es así?
Que la que amo me dice no,
La que no quiero, me dice sí.
Colaboración de Raúl Navarro
Nicaragua
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