Sorpréndela
Sorpréndela con una visita inesperada,
una caja de chocolates, un ramo de rosas…
dirígete a ella siempre, con palabras amorosas
regálale un te amo y un te quiero con la mirada,
dale un beso suave y a la vez ardiente,
uno en los labios, en sus mejillas, otro en la frente,
y hasta en sus rizados cabellos,
dile que tiene unos ojos bellos,
mientras acaricias sutilmente
sus tiernas y delicadas manos.
Llénala de frases dulces, de versos soberanos,
que alimenten su esperanza, su ilusión,
que enciendan en su alma la llama de la pasión.
Pero si un día, decide ir en pos
de otro amor
dile: Que te vaya bien, que te bendiga Dios,
un beso de despedida, un abrazo fuerte, un amargo adiós
siempre será mejor,
porque nada es más desesperante para un hombre que retener
a su lado
a una mujer
que sin importar la causa ha dejado
de querer.
una caja de chocolates, un ramo de rosas…
dirígete a ella siempre, con palabras amorosas
regálale un te amo y un te quiero con la mirada,
dale un beso suave y a la vez ardiente,
uno en los labios, en sus mejillas, otro en la frente,
y hasta en sus rizados cabellos,
dile que tiene unos ojos bellos,
mientras acaricias sutilmente
sus tiernas y delicadas manos.
Llénala de frases dulces, de versos soberanos,
que alimenten su esperanza, su ilusión,
que enciendan en su alma la llama de la pasión.
Pero si un día, decide ir en pos
de otro amor
dile: Que te vaya bien, que te bendiga Dios,
un beso de despedida, un abrazo fuerte, un amargo adiós
siempre será mejor,
porque nada es más desesperante para un hombre que retener
a su lado
a una mujer
que sin importar la causa ha dejado
de querer.
Colaboración de Raúl Navarro
Nicaragua
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