Hoy
Hoy te vi un encanto, bella, reluciente,
tu gracia era como una flor impecable,
en todo lucías hermosa y admirable
llena de la candencia de un sol naciente.
Hoy consideré esa exquisita sonrisa
que como miel aromática fluía
dándole lindo aroma a la vida mía...
y la disfruté como sensible brisa.
Hoy aprecié todas tus miradas vivas,
el esplendor de tus ojos románticos,
la candidez de tus sueños auténticos,
pero también... ciertas miradas esquivas.
Hoy me jacté de la pasión de tus besos,
de tus labios, esa exquisita dulzura,
de tus caricias, la efusión que fulgura,
de tu cuerpo... que me provoca embelesos.
Hoy sentí, cuando junto a mí respirabas,
el palpitar insondable de tu pecho
y también sentí en el alma lo que has hecho
por mi vida... porque siempre me inspirabas.
Hoy me estremecí con tu mirar profundo
y la manera de referir las cosas...
Hoy vacilé entre estos versos y las rosas
para la mujer más hermosa del mundo.
Hoy esbocé pocos versos, ilegibles,
con la atribución de esta pasión intensa...
Es lo menos, pues este ser que te piensa
te escribe rimas lo menos infalibles.
Hoy conocí que no tienes opiniones.
Es algo hermoso guardar el pensamiento
más allá, tal vez, del mismo firmamento
soslayando malas interpretaciones.
Hoy constaté tu mirar en lontananza
y un suspiro, entre tus labios, retenido...
Te miré un instante y, hablé que he venido
buscando en ti: amor, pasión y esperanza.
Hoy me estremecí entre tus gentiles brazos
que me dieron seguridad incomparable...
y aprendí que el amor puede ser moldeable
creando ímpetu e inmejorables lazos.
Hoy aprendí que quererte es necesario,
un deber inocultable, indefectible,
un compromiso ferviente e ineludible
como es deber creer en Dios a diario.
tu gracia era como una flor impecable,
en todo lucías hermosa y admirable
llena de la candencia de un sol naciente.
Hoy consideré esa exquisita sonrisa
que como miel aromática fluía
dándole lindo aroma a la vida mía...
y la disfruté como sensible brisa.
Hoy aprecié todas tus miradas vivas,
el esplendor de tus ojos románticos,
la candidez de tus sueños auténticos,
pero también... ciertas miradas esquivas.
Hoy me jacté de la pasión de tus besos,
de tus labios, esa exquisita dulzura,
de tus caricias, la efusión que fulgura,
de tu cuerpo... que me provoca embelesos.
Hoy sentí, cuando junto a mí respirabas,
el palpitar insondable de tu pecho
y también sentí en el alma lo que has hecho
por mi vida... porque siempre me inspirabas.
Hoy me estremecí con tu mirar profundo
y la manera de referir las cosas...
Hoy vacilé entre estos versos y las rosas
para la mujer más hermosa del mundo.
Hoy esbocé pocos versos, ilegibles,
con la atribución de esta pasión intensa...
Es lo menos, pues este ser que te piensa
te escribe rimas lo menos infalibles.
Hoy conocí que no tienes opiniones.
Es algo hermoso guardar el pensamiento
más allá, tal vez, del mismo firmamento
soslayando malas interpretaciones.
Hoy constaté tu mirar en lontananza
y un suspiro, entre tus labios, retenido...
Te miré un instante y, hablé que he venido
buscando en ti: amor, pasión y esperanza.
Hoy me estremecí entre tus gentiles brazos
que me dieron seguridad incomparable...
y aprendí que el amor puede ser moldeable
creando ímpetu e inmejorables lazos.
Hoy aprendí que quererte es necesario,
un deber inocultable, indefectible,
un compromiso ferviente e ineludible
como es deber creer en Dios a diario.
Felicidades corazones enamorados
Colaboración de guillderua
Ecuador
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