Dulce niña
Ven a mi casa,
llega hasta ese mi rincón oscuro
y destapa con tus trece primaveras,
el torrente de pasiones escondidas para ti.
Dulce niña,
esta noche te has posado,
sobre el lúgubre andar de mis sienes
repartiendo efímeras sonrisas de clavel.
¡Qué puedo darte!
no más que un terco atardecer en mi alma,
no más que una carta de resignación
y ver la dicha perdida para mí.
Dulce niña,
ni aún imaginando el sabor de tus labios,
calma esta sensación de derrota en mi ser,
¿Quién te puso en mi gris camino?
Otro golpe corazón, otro más,
y tú, niña de brillantes y vivaces ojos grises,
tú no tienes la culpa
que este ocaso haya llegado a tu verano.
¡Adiós mi niña dulce!
agita tus alitas hacia un amanecer,
cual avecilla huyendo a otro florecer
que desde mi ventana te veré partir.
llega hasta ese mi rincón oscuro
y destapa con tus trece primaveras,
el torrente de pasiones escondidas para ti.
Dulce niña,
esta noche te has posado,
sobre el lúgubre andar de mis sienes
repartiendo efímeras sonrisas de clavel.
¡Qué puedo darte!
no más que un terco atardecer en mi alma,
no más que una carta de resignación
y ver la dicha perdida para mí.
Dulce niña,
ni aún imaginando el sabor de tus labios,
calma esta sensación de derrota en mi ser,
¿Quién te puso en mi gris camino?
Otro golpe corazón, otro más,
y tú, niña de brillantes y vivaces ojos grises,
tú no tienes la culpa
que este ocaso haya llegado a tu verano.
¡Adiós mi niña dulce!
agita tus alitas hacia un amanecer,
cual avecilla huyendo a otro florecer
que desde mi ventana te veré partir.
Colaboración de Galoz
Perú
Perú
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