Quisiera ser…
Quisiera ser como el esplendoroso sol, en cada alba estrechar tu risueño semblante con mis rayos matutinos, en cada padecimiento al sojuzgar el despecho iluminar tu lóbrego camino, en cada desolación al señorear la soledad acompañar tus retraídos pasos con la obcecada sombra, en cada crepúsculo con el contraste de la oscura noche despedir tu tez, de tribulaciones, con un rayo de esperanza.
Quisiera ser como el turbulento viento, tocar con leves hálitos tu esbelta fisonomía cuando te encuentres embargada de melancolía, ceñirte con suaves brisas en el clima frío de la soledad y a tus cándidos ojos pasar desapercibido, trocar mis execrables momentos por sublimes contemplando tu rostro, y no te darás cuenta.
Quisiera ser como las cohibidas aves, con tesón y ahínco extendería mis alas de la esperanza, entre los tempestuosos vientos de la tribulación, entre las borrascosas tormentas de la contrición, y en las postrimerías del largo viaje, entre los desaforados árboles hallaría el refugio y el panorama de una vida sosegada y holgada.
Quisiera ser las huellas por las cuales tus pasos se guían, en tus vahos la causa de tus suspiros, en tus tormentos la solución a tus suplicios, en tus desvelos ser la razón por la cual no concilias el sueño, en tus cavilaciones ser el motivo por el cual zozobran tus sentimientos, en tus tardes calurosas ser tu sombra y estar cerca de ti, y aun así sin colmar mis expectativas.
Si la vida con su sapiencia me diera a elegir, solo quisiera ser tu lecho y en cada noche unirme a ti y entregarme al hermoso sueño hecho realidad.
Colaboración de Dacor
Perú
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