Te diré algunas cosas
Que soñé tenerte entre mis brazos,
y que recuerdo como ayer te besé,
cuando estábamos recostados;
que tenía tu piel sobre mi piel.
Y cuando caías en mi piel,
parecía nieve lo que alcanzaba a ver;
y es que otra vez te volvía a tener,
con tu cuerpo tan dulce como la miel.
Que tu cabello se hacia uno sólo
me envolvía como un niño;
tan suave, tan fino,
como la almohada donde reposo.
Que en tus ojos descubro,
la llave para la felicidad,
y a tus orejas susurro,
que sólo contigo lo puedo disfrutar
Y es que sólo quiero volver a acariciar,
esa piel tuya, que ayer me hizo volar,
de la tierra a la luna con sólo parpadear,
belleza de mujer en la que no dejo de soñar.
y que recuerdo como ayer te besé,
cuando estábamos recostados;
que tenía tu piel sobre mi piel.
Y cuando caías en mi piel,
parecía nieve lo que alcanzaba a ver;
y es que otra vez te volvía a tener,
con tu cuerpo tan dulce como la miel.
Que tu cabello se hacia uno sólo
me envolvía como un niño;
tan suave, tan fino,
como la almohada donde reposo.
Que en tus ojos descubro,
la llave para la felicidad,
y a tus orejas susurro,
que sólo contigo lo puedo disfrutar
Y es que sólo quiero volver a acariciar,
esa piel tuya, que ayer me hizo volar,
de la tierra a la luna con sólo parpadear,
belleza de mujer en la que no dejo de soñar.
Colaboración de Samuel
México
México
No hay comentarios:
Publicar un comentario