No sufras, te amo
Escuchando el ritmo de tu corazón, escuchando como se apaga tu respiración, mi cabeza sobre tu pecho, mis manos en tus caderas, y mis labios deseando un beso tuyo. Pero ya sólo te queda una última palabra, la quieres decir, no te puedo dejar decírtela, no puedo escucharla, ¡no me dejes!, ¡no lo acepto!, ¡tú eres mío!, ¡yo soy tuya! Y juntos hasta el final, juntos más allá.
No puedo detenerte más, tú me miras sonriendo y me dices: “no sufras, te amo”, luego de esa frase, frase de cuchillo, frase hiriente que mata mi corazón, escalas por última vez, y tu mirada sigue fija. Yo me quedo en ella, pensando que de pronto reirás de nuevo, y me besarás como lo solías hacer.
¡No soporto el dolor!, ¡me dices no sufras! Y sufro, me dices ¡te amo, y te vas!, ¿debo creerte?, ¿Qué debo hacer? No dormir, no soñar porque el insomnio espera mi sueño para regresar, me dices no sufras, y lloro en silencio, me dices te amo, y yo te espero. Me dices no sufras, y me muero en cada alba, dices te amo, y no te pude decir que yo también te amo.
Colaboración de Greece
El Salvador
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