Algún día
Algún día cuando las flores que hoy beso,
sean recuerdos de sensaciones evocadas,
y las nubes a las que dibujo formas,
sean remansos en el cielo de creaciones olvidadas.
Algún día cuando el viento cambie de aroma,
el que hoy me estruja, después ya se habrá ido,
cuando el amanecer que hoy silente se asoma,
se torne en mis ojos en un silencio perdido.
Algún día cuando las luces que en el cielo centellean,
se tornen en sombra que me acosa,
y las siluetas que mis manos crean,
se desgasten cual insignificante cosa.
Algún día llegará, cuando mi memoria no recuerde,
en que el sigilo de la noche sea un desierto,
y las ideas y las razones dejaran de serle,
fieles, sensibles e inseparables a lo incierto.
Tu amor no así, aunque algún día no lo goce,
porque el tiempo y ese día tal vez lleguen,
permanecerá en mí cuando lo abrace,
aunque tus besos ese día se me nieguen.
Es así que he dibujado mi vida en el destino,
con mis labios en los tuyos y tus ojos clavados en los míos,
con este sentir agitado que me enciende y me arrebata,
y finas pinceladas he dado forma al camino,
los pasajes dibujados serán cumbres, soles y rocíos.
Porque un día, sé, si no lo hago hoy, será un reclamo,
por la belleza que a caudales es en ti un derroche,
quiero así, con mi anhelo decirte que te amo,
y que nuestros latidos eternicen, ¡está noche!
sean recuerdos de sensaciones evocadas,
y las nubes a las que dibujo formas,
sean remansos en el cielo de creaciones olvidadas.
Algún día cuando el viento cambie de aroma,
el que hoy me estruja, después ya se habrá ido,
cuando el amanecer que hoy silente se asoma,
se torne en mis ojos en un silencio perdido.
Algún día cuando las luces que en el cielo centellean,
se tornen en sombra que me acosa,
y las siluetas que mis manos crean,
se desgasten cual insignificante cosa.
Algún día llegará, cuando mi memoria no recuerde,
en que el sigilo de la noche sea un desierto,
y las ideas y las razones dejaran de serle,
fieles, sensibles e inseparables a lo incierto.
Tu amor no así, aunque algún día no lo goce,
porque el tiempo y ese día tal vez lleguen,
permanecerá en mí cuando lo abrace,
aunque tus besos ese día se me nieguen.
Es así que he dibujado mi vida en el destino,
con mis labios en los tuyos y tus ojos clavados en los míos,
con este sentir agitado que me enciende y me arrebata,
y finas pinceladas he dado forma al camino,
los pasajes dibujados serán cumbres, soles y rocíos.
Porque un día, sé, si no lo hago hoy, será un reclamo,
por la belleza que a caudales es en ti un derroche,
quiero así, con mi anhelo decirte que te amo,
y que nuestros latidos eternicen, ¡está noche!
Colaboración de Lord
México
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