La Luna,
Enciende esta noche,
Mi noche…
Noche colmada de insomnio
Y ansiedad…
Me espía escondida
Entre una que otra rama
Del perfumado cerezo del jardín.
La delata el reflejo
De su redondez luminosa
Que traspasa
Las azules cortinas de la ventana.
La luna, mi luna,
Los ojos, mis ojos,
Juegan tras las sombras del cristal.
La luna, mí luna,
Me enciende
Con su más brillante cara.
Los ojos, mis ojos,
Colmados
De la deserción de los tuyos
Dejan tatuado en ella
Tu nombre.
La noche, mí noche,
Noche de tristeza y soledad
Me envuelve, me enreda
Mágicamente
Con dulces acordes melodiosos.
Aquella música,
La que juntos saboreábamos,
Me arrastra hacia ti.
No quiero pensarte,
No quiero amarte,
Ni extrañarte, ni rogarte,…
Ya no, no quiero
Pedirte que regreses a mí,
Pero este ingrato,
Y terco corazón no oye,
No escucha…
Tozudo con gritos exasperados
Desgarrando el silencio
Clama por ti,
Suplica, implora, te pide…
Ven, acompáñame,
Acaricia con ternura mi corazón
Y colma
Con tu apacible voz mi alma.
Ven,
Cuenta conmigo las estrellas,
Elige para mi la más brillante,
La más bella…
Ven y dime susurrando al oído
Que esta noche,
Puede ser nuestra.
Dime que aquella canción,
Nuestra canción…
Es la caricia más tierna,
Más sublime
Que me haces llegar.
En cada nota, cada verso,
Existo y existes,
En aquellas armonías
De amor y entrega,
De distancia y cercanía…
De pasión,
Ven, ven AMOR…
No te escabullas,
No esta noche,
Que exhala
Y truena tú nombre…
Noche, de suspirarte
Y de concebirte
Entre insomnio y soledad…
Ven Amor…
Que esta no es una noche más…
Será la noche de tu amor…
O la de tu olvido…
Stella Zanotti
Santiago del Estero
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