Tú y yo
Hemos pasado por las calles llenas de oscuridad
todos nos vieron caminando juntos,
a nadie le importó todo eso inmarcesible
porque nadie nos conoce, no saben donde vivimos
mientras nos sentíamos vulnerables en la soledad
caminando bajo la noche azul tomados de las manos.
Pasamos como el viento sin detenerse
y llegamos a la estación del transmetro
con preguntas desbordándose de las intrigas
tratando de adivinar algo insoluble,
nosotros dos, los que antes fuimos niños
ahora solo puedo verte con la luna en tu cabeza.
En el bus vas recostada en mi hombro
y casi te duermes… Sólo me miras
cuando vas pegada a la ventanilla,
y ahí siempre fuimos los de entonces
con la imaginación puesta en las ideas
solo volando entre lo inverosímil
sin tener miedo a lo peligroso de la noche.
Sí, bajo la luz tenue de la luna llena
contagiados de risa por los chistes,
una buena forma de alejar los problemas
y hundirnos en un solo instante de alegría.
todos nos vieron caminando juntos,
a nadie le importó todo eso inmarcesible
porque nadie nos conoce, no saben donde vivimos
mientras nos sentíamos vulnerables en la soledad
caminando bajo la noche azul tomados de las manos.
Pasamos como el viento sin detenerse
y llegamos a la estación del transmetro
con preguntas desbordándose de las intrigas
tratando de adivinar algo insoluble,
nosotros dos, los que antes fuimos niños
ahora solo puedo verte con la luna en tu cabeza.
En el bus vas recostada en mi hombro
y casi te duermes… Sólo me miras
cuando vas pegada a la ventanilla,
y ahí siempre fuimos los de entonces
con la imaginación puesta en las ideas
solo volando entre lo inverosímil
sin tener miedo a lo peligroso de la noche.
Sí, bajo la luz tenue de la luna llena
contagiados de risa por los chistes,
una buena forma de alejar los problemas
y hundirnos en un solo instante de alegría.
Tú y yo sin algoritmos y sin compás
ni limiten en nuestro recorrido por la ciudad.
Nos quedamos en un solo éter de conciencia
y solo caminamos por las calles oscuras
con nuestras manos entrelazadas
sin importar lo que la gente diga.
ni limiten en nuestro recorrido por la ciudad.
Nos quedamos en un solo éter de conciencia
y solo caminamos por las calles oscuras
con nuestras manos entrelazadas
sin importar lo que la gente diga.
Colaboración de Pohetta
Guatemala
Guatemala
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