¿Culpa o agradecimiento?
La luna y las estrellas te echan la culpa
de que cada una esté celosa
pues un día les conté
que tú eres mucho más hermosa.
Que tus ojos tienen la culpa
de lo que ha mi me ha pasado
pues con una sola mirada
en mis sueños te has adentrado.
Que tú tienes la culpa
de que no me pueda concentrar
pues en esos labios tan divinos
yo no dejo de pensar.
Pero de algo no tienes tú la culpa
pues a un alma tu sonrisa revivió
con palabras nuevas y versos palpitantes
dulcemente a mi corazón nutrió.
Esas caricias que han quedado en silencio
después de haber probado ya tu aliento,
y por instantes haber sentido, tu frágil figura
tu dulce ira, tu hermoso cuerpo…
Desnuda te tengo entre las sábanas y me estremezco
entre tus pechos, a tu cuello yo me aferro
y aunque ellas desde arriba me vigilan,
no me importa que eso sea mi muerte, me bendito tormento.
Y mientras tus perfumes parten
aquí en mi soledad austera,
no me cohíbe imaginarte
que entre mis sueños vuelvo a desnudarte.
Una sonrisa en tus labios dibujada
lentamente te quiero arrancar,
y saber que estas dulces palabras
solo entre tú y yo se van a guardar.
Ya quiero y voy esto a terminar,
pues ellas ya están sospechando,
y si alguna de ellas se llega a enterar
de un coraje me pueden llegar a aniquilar.
de que cada una esté celosa
pues un día les conté
que tú eres mucho más hermosa.
Que tus ojos tienen la culpa
de lo que ha mi me ha pasado
pues con una sola mirada
en mis sueños te has adentrado.
Que tú tienes la culpa
de que no me pueda concentrar
pues en esos labios tan divinos
yo no dejo de pensar.
Pero de algo no tienes tú la culpa
pues a un alma tu sonrisa revivió
con palabras nuevas y versos palpitantes
dulcemente a mi corazón nutrió.
Esas caricias que han quedado en silencio
después de haber probado ya tu aliento,
y por instantes haber sentido, tu frágil figura
tu dulce ira, tu hermoso cuerpo…
Desnuda te tengo entre las sábanas y me estremezco
entre tus pechos, a tu cuello yo me aferro
y aunque ellas desde arriba me vigilan,
no me importa que eso sea mi muerte, me bendito tormento.
Y mientras tus perfumes parten
aquí en mi soledad austera,
no me cohíbe imaginarte
que entre mis sueños vuelvo a desnudarte.
Una sonrisa en tus labios dibujada
lentamente te quiero arrancar,
y saber que estas dulces palabras
solo entre tú y yo se van a guardar.
Ya quiero y voy esto a terminar,
pues ellas ya están sospechando,
y si alguna de ellas se llega a enterar
de un coraje me pueden llegar a aniquilar.
Colaboración de El Mismo Loco De Siempre
México
México
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