Fuego
Es verdad:
no puedo soportarlo, no lo aguanto más,
me gustan tus caricias, tu forma de amar
y lo que hablan tus ojos al mirar.
Es verdad:
tu cuerpo me provoca esa intimidad
que fue nuestra aquel día y que no existe más
y sueño con tenerte al despertar.
Yo sé bien que te pasa igual,
que al sentirme cerca, me quieres;
yo sé bien que hay algo especial
que al sentirte cerca, me mueve.
Fuego
de estas pasiones hondas y extendidas
que crecen de este amor que no termina,
que queman y enloquecen la razón.
Fuego
que enciende lentamente los deseos,
que arde al sentirse en nuestros cuerpos
y muere cuando hacemos el amor.
Colaboración de Octavio Augusto
México
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