A mis amores, las niñas (mujeres)
Veo, observo. Algo me traspasa cuando oigo tu voz.
Te traspaso con la mirada y veo tu interior. Desde él, poseyéndolo, conquistándolo.
Plantándome en él como un matorral que se acomoda en un jardín,
a la sombra de los árboles.
Me alegra infinitamente saber que estáis ahí, mis amores.
Noto vuestro calor y vuestro placer cuando paseáis. Me gusta. Tengo gusto de verlo.
Así, todo es maravilloso. La vida es maravillosa, viendo las flores pasar.
Dentro de ellas está la miel de la vida. Dentro de vosotras, mis amores, mis niñas.
Sois una ofrenda de la naturaleza, igual que yo. Una maravilla rodeadas de silencio.
Unas voces deliciosas, que emergen desde lo más profundo de la tierra, para manifestar la belleza que procede ella. Agua, vida, amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario