Como una rosa
Como una rosa…
Como una rosa me encontraste en el jardín aquel día, una rosa hermosa con los pétalos más relucientes y llenos de vida, entonces tú te detuviste admirar el paisaje, ese paisaje que mi jardín ofrecía.
Ese día me viste y sorprendentemente entre todas las demás rosas decidiste apreciarme a mí, decidiste observarme a mí, acariciaste mis pétalos con tanta delicadeza que me sentí casi perfecta y fue entonces que me viste interesante y fue por eso que mi raíz cortaste.
Me llevaste contigo lejos de mi jardín y no me importó, me llenaste de amor y en vez de marchitarme renací más, viví más y junto a ti fui completamente feliz.
Bien es sabido que cuando una flor es arrancada de su lugar de origen con el tiempo se marchita y muere.
Pero eso ahora no aplica porque esa rosa que cortaste aquella tarde del jardín no se marchitó, esa rosa que cortaste no murió como todas las demás, al contrario, con tu amor renació, créeme fue lo mejor que a mi vida ese día llegó, y con orgullo puedo decirle al mundo que esa rosa soy yo.
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